Una vez más, te recordamos que las pruebas que puedas hacer dependerán de la tienda donde estés, la disponibilidad de modelos de prueba y en ocasiones de acceso inalámbrico a Internet. Siempre es mejor comprar cuando has tenido la oportunidad de experimentar un poco con los productos antes.
HDTVs
Asegúrate de que los modelos de HDTV que estás considerando usen la fuente de video de mayor calidad posible (lo usual sería HDMI). También confirma que las TVs estén listas para mostrar video a 1080p (hoy en día, casi todas las HDTVs nuevas tienen esta capacidad). Compara la forma en que los diferentes equipos manejan la misma escena, lado a lado. Ciertos televisores pueden hacer que una escena sombría se vea demasiado clara, por ejemplo, mientras que otros tienden a sobresaturar los colores y todo el mundo en la pantalla se ve como si se hubiera bronceado demasiado o incluso quemado. Esta comparación de video es además una buena oportunidad para probar los diferentes modos preestablecidos de la pantalla, como el modo Película, para ver si vas a conseguir una buena imagen sin tener que pensar en calibrarlo (o pagar a alguien para hacerlo) ni en ajustar las configuraciones a mano.
Pruebas de Modos
La mayoría de TVs están configuradas para reproducir un modo especial de tienda, hecho para enfatizar el brillo al máximo. Pero puedes cambiar el modo para hacerte una mejor idea del aspecto que tendrá la TV en casa. Primero, encuentra el botón de Menú del equipo y presiónalo. Trata de cambiar el modo; si no puedes, recorre el proceso de configuración de primer uso (por lo general es una opción del sistema de menús), lo que debería permitirte cambiar el modo. Luego escoge uno de los modos de película disponibles, de ser posible el preset THX.
Niveles de Luz y Plasmas
Mientras estés comprando, ten en cuenta que los niveles de luz en la tienda pueden ser muy distintos a las fuentes de luz que tienes en casa (los equipos plasma se ven mejor en entornos oscuros, si tu sala o cuarto de TV está más iluminado que el ambiente de exhibición, una pantalla de plasma podría no verse tan bien en cuanto la lleves a casa). Si tienes un smartphone, descarga una aplicación de luxómetro o medidor de luz, que usará la cámara de tu teléfono para medir los niveles de luz ambiental en el cuarto donde tendrás la TV. Toma otra medición en donde se exhiban los televisores, y compara los resultados.
Reflejos
Confirma si el mismo panel de la TV refleja demasiada luz. Si puedes ver tu reflejo en la pantalla con el equipo encendido, de seguro vas a tener problemas para ver cualquier cosa, sobre todo las escenas oscuras, más aún si vas a instalarlo en una habitación muy iluminada.
Prueba de Película
Si es posible, lleva contigo un video de muestra que conozcas bien, y que sea indicativo de lo que verías habitualmente, como un Blu-ray o DVD de una película que ves con frecuencia (o unos cuantos cortes en una unidad USB). En el caso ideal, los vendedores te permitirán probar tu video en su línea de TVs para que puedas ver cuál hace que tu material se vea mejor.
Ángulo de Visión En cada TV
que pruebes, pon pausa al video y aléjate lentamente, caminando hacia la izquierda y hacia la derecha mientras miras a la pantalla. Deténte
cuando los colores empiecen a desvanecerse u oscurecerse. Este ejercicio te dará una idea del rango de visión del modelo. Con una TV de 40 pulgadas pensada para una sala de estar no muy grande, quizá no tengas que preocuparte por más que la longitud de tu sofá; pero si vas a tenerla en una sala más grande, mejor compra un equipo que no te obligue a sentarte justo delante de él.
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