Existen varias recomendaciones interesantes relacionadas con la aceleración del navegador, las cuales, permiten optimizar la velocidad de navegación, independientemente de que la velocidad de conexión sea mayor o menor. No cabe la menor duda de que el ancho de banda en cualquier conexión es fundamental, pero también lo es el hecho de optimizar ajustes del navegador que estemos utilizando. Así, si notas que tu navegador va demasiado lento, repasa los siguientes aspectos en tu sistema:
1.- Elimina los gráficos cuando no sean necesarios
Pensando en las computadoras, ya sean de escritorio o portátiles, las ediciones de navegadores desktop como el de Opera permiten desplegar sesiones de navegación con los gráficos en baja resolución. Esta acción puede resultar muy interesante, puesto que permite cargar la página completa en mucho menos tiempo que cuando se cargan las imágenes originales. Para los usuarios habituales de Internet Explorer, es posible desactivar por completo los gráficos. Basta con acceder a “opciones de Internet”, y dentro de la pestaña de “opciones avanzadas”, desmarcar la casilla de “mostrar gráficos”. Es evidente que la velocidad se incrementa, puesto que los gráficos no se cargan, y resulta útil para cuando trabajas con páginas en las que impera el texto. Ni tan siquiera veras el logotipo de Google cuando accedas a la página del buscador.
2.- Desactivar los plug-ins no utilizados
Aunque cada navegador presenta una forma de activar y desactivar los plug-ins y complementos, todos ellos tienen en común la necesidad de su uso para manejar determinados contenidos. Para su manejo, conviene tener ciertos conocimientos, puesto que el principal componente afectado suele ser JavaScript, y las páginas que contengan este tipo de contenido, podrían no mostrarse de forma adecuada en tu navegador. Siempre puedes volver a activarlo cuando consideres que es necesario. Ciertos navegadores como Firefox, ofrecen una gestión avanzada de los complementos, con posibilidad de activarlos o desactivarlos de manera muy visual.
3.- Desactivar los filtros de seguridad
En las nuevas versiones de los navegadores, suele incluirse algún tipo de filtro de direcciones URL que permite que el usuario tenga cierta seguridad a la hora de visitar determinados lugares. En Chrome, basta con desactivar el filtro anti-phising para ganar en velocidad y en el uso que el sistema hace de la CPU. Por su parte, en Explorer también puedes desactivar el filtro “SmartScreen” dentro de la opción de seguridad. Dado que es habitual que el operador de banda ancha de tu casa suele ofrecer.
Si no cuentas con protección antivirus, esta acción no es muy recomendable, pues te permite identificar y clasificar las páginas con cierta identidad, de las que podrían llegar a ser fraudulentas o incluir algún tipo de malware que infecten tu ordenador.
4.- Utiliza servidores de almacenamiento on-line
No descartes la posibilidad de almacenar tus documentos en servidores de almacenamiento on-line. Esto te permitirá compartirlos con varios usuarios a la vez sin tener que enviar varios correos a diferentes usuarios. Herramientas como Dropbox llevan a cabo la sincronización de contenidos en segundo plano, de manera que la conectividad apenas se ve afectada. Como función añadida, conviene reducir el tamaño de los mismos, para lo que es interesante utilizar alguna herramienta de compresión. La compresión reduce el tiempo necesario de envío. WinZip y WinRar son los preferidos por los usuarios.
5.-. Trabaja en modo “offline” guardando las páginas en tu PC
Otra de las posibilidades que ofrecen todos los navegadores Web actuales es la posibilidad de guardar las páginas de forma local en el ordenador. De este modo, si pierdes la conexión, o deseas consultarlas en otro instante en el que no tengas conexión a Internet, podrás hacerlo y leer la información que necesitas. En cualquiera de los navegadores, accede a la barra de menús, y pulsa sobre “archivo” y “guardar como”. Llegados a este punto, todos permiten guardar en formato “htm o html”, que es como si guardaras la página completa en la computadora.
6.- Aumenta el tamaño de la memoria caché
Si dispones de una computadora de última generación, seguro que tu sistema cuenta con al menos 4 GB de memoria RAM y un disco duro de gran capacidad. Con el fin de aprovechar en mejor medida estos componentes, es posible incrementar el tamaño de la memoria caché de tu navegador, de modo que cuando el ordenador acceda a una página web visitada recientemente, éste pueda cargar los contenidos de forma mucho más rápida.
Utilizando Internet Explorer, volvemos a acceder a “opciones de Internet”. Dentro de la pestaña de “configuración”, podemos modificar y ampliar el espacio en disco reservado para los archivos temporales de Internet. También es posible especificar el número de días que el navegador mantendrá el historial de las páginas web visitadas. La limpieza habitual del historial y de la caché son actuaciones que en cualquier sistema permiten acelerar la velocidad del navegador.
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