Un informe de la Sociedad Británica de Psicología afirma que el uso de los teléfonos inteligentes aumentan el estrés debido a la obsesión que produce recibir mensajes.
El estudio, firmado por el psicólogo de la Universidad de Worcester, Richard Balding, interpreta que las posibilidades de recibir mensajes en el móvil se han multiplicado tras la aparición de WhatsApp, Twitter, Facebook, el correo electrónico, etc. De esta manera, la gente experimenta una obsesión por comprobar sus cuentas y no perder ninguna novedad.
De hecho, cada vez resulta más común la aparición del llamado síndrome de los «mensajes fantasma», un fenómeno donde los usuarios creen notar vibraciones de notificación que en realidad nunca existieron.
Precisamente, la obsesión por estar conectado obliga a las personas más estresadas a consultar constantemente su smartphone, aumentando aún más su nivel de estrés. Para realizar la investigación se han hecho pruebas psicométricas y de estrés a más de cien voluntarios.
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