Mark Zuckerberg no suele dar muchos rodeos cuando hace una presentación y, el primer minuto, dejó claras las intenciones de la presentación: no iba a hablar de un "Facebook Phone" sino de "cómo transformar un terminal Android en un teléfono social". Dicho de otra forma, la intención de Facebook es transformar la forma tradicional de ver nuestros smartphones como un conjunto de iconos con accesos directos a aplicaciones para dar paso a una capa de presentación donde se prime a nuestros contactos, es decir, las relaciones sociales.
¿Y cómo primar a nuestros contactos
frente a las aplicaciones? ¿Qué pasa con las aplicaciones? ¿Desaparecen?
No exactamente, Facebook no tiene intención de hacerlas desaparecer,
simplemente, dejarlas en un segundo plano y, además, no hacerlo en un
terminal concreto sino con un alcance mucho mayor y ofrecer una
experiencia social a cualquier usuario en cualquier smartphone. La
solución ha pasado por una capa de presentación, el home screen, que
será nuestro centro de "operaciones social" que nos permitirá acceder a
las actividades de nuestros contactos, ver qué hacen en aplicaciones
como Instagram o qué mensajes nos han enviado e interactuar con ellos
directamente sin tener que acceder, por ejemplo, al cliente de Facebook.
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