La
NASA acaba de poner en el espacio tres smartphones que espera se
conviertan en los satélites de menor costo jamás probados. Se trata de
equipos Google Nexus que ejecutan el sistema operativo Android y que se
pusieron a bordo del vuelo inaugural del cohete Antares, lanzado el
domingo pasado desde las instalaciones de la organización en Virginia.
Los
tres móviles Google Nexus Seres están encapsulados en cubos de metal de
4 pulgadas y se conectan a baterías estanco de iones, de litio y radio,
muy potentes, lo que permite que puedan emitir mensajes desde el
espacio.
El
objetivo de la misión es evaluar si estos pequeños teléfonos-satétile
(llamados “PhoneSats”) son capaces algún día de operar como el cerebro
de satélites de bajo costo y gran alcance.
“Resulta
genial ver cómo se pone en órbita una misión de tecnología espacial. Es
la última frontera, la gran prueba de campo para las tecnologías
espaciales del futuro”, señala Michael Gazarik, uno de los responsables
de la NASA involucrados en el proyecto. “Los smartphones tienen un
enorme potencial para convertirse en pequeños, pero potentes, satélites
de bajo costo que permitan estudiar la atmósfera o la Tierra, establecer
nuevas comunicaciones u otras aplicaciones nacidas en el espacio.
Además, puede abrir el camino a nuevos usos comerciales o académicos
para una nueva generación de ciudadanos del espacio”, subraya.
¿Por qué mandar smartphones al espacio?
Pero
¿cuál es la principal razón para enviar smartphones al espacio? Los
nanosatélites orbitan la tierra a unos 150 kilómetros de altura y
volverán a caer en diez días. Todos transmiten imágenes tomadas del
espacio, además de enviar mensajes que generalmente hablan de sus
condiciones de trabajo.
Las
transmisiones se reciben en varias estaciones terrestres y hasta ahora
indican que operan normalmente, según comunicado de la NASA. El equipo
de este PhoneSat seguirá de cerca el funcionamiento de los satélites
hasta su regreso.
Varios
operadores de radio aficionados también están tomando parte en el
proyecto y la propia organización espacial ha reconocido que más de 200
radioaficionados de todo el mundo han informado de que reciben las
transmisiones desde el espacio.
La
NASA asegura haber encontrado en estos smartphones muchos de los
sistemas que utiliza un satélite convencional, incluidos procesadores
rápidos, sistemas operativos versátiles y múltiples mini-sensores,
cámaras de alta resolución, receptores GPS y varios canales de radio.
Por ello, sus ingenieros fijan el costo total de los componentes
utilizados en estos tres prototipos de satélite entre los 3,500 y 7,000
dólares.
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