La publicista encargada de la promoción de Chrome compró enlaces en varios blogs para publicitar el navegador de Google. En sus políticas de uso, Google prohíbe este tipo de prácticas porque interfieren en los resultados de búsqueda. En otras ocasiones Google ha penalizado los enlaces de descargas que utilizaban este sistema.
El posicionamiento web, también conocido como SEO, se ha convertido en una prioridad para compañías y empresas. Se trata de conseguir que una información aparezca lo antes posible en los resultados de búsqueda. Google y el resto de buscadores web tienen sistemas para ofrecer a los usuarios los resultados más interesantes, la más popular y con mayor actualidad, pero hay distintas claves para mejorar la posición en los resultados.
Una de las claves es que un enlace esté disponible en varias páginas. Cuando esto sucede, el navegador interpreta que es una información muy difundida y potencia su posicionamiento. Si bien este sistema puede ser útil, también se puede utilizar para alterar los resultados de búsqueda. Las compañías o servicios pueden pagar a otras páginas para que publiquen sus enlaces, de forma que el sistema interpreta que el enlace está muy distribuido y mejora su posición.
Google considera que la compra de enlaces es una manipulación de los resultados de búsqueda. Aunque puede ser una forma de publicidad interesante, Google considera que pagar por que alguien publique un enlace en su web, un patrocinio, no debe alterar los resultados de búsqueda. Por eso, la compañía obliga a las páginas a utilizar una etiqueta concreta en los contenidos de este tipo para que el navegador no mejore su posicionamiento en función de esos enlaces.
Google lleva meses centrada en hacer cumplirse esta norma, pero ahora uno de sus productos la ha incumplido. En Seobook aseguran que la compañía que se encarga de la publicidad de Chrome ha pagado varios post en distintos blog para que utilizasen el enlace a la descarga de Chrome. Sin embargo, estos blogs no han seguido las políticas de Google y los contenidos no han contado con la etiqueta correcta, de forma que los algoritmos del navegador han tenido en cuenta sus enlaces y el posicionamiento de Chrome mejoró.
Aunque la compañía encargada de la publicidad ha reconocido el error y ha desvinculado a Google de cualquier responsabilidad, asegurando que no encargó la compra de los enlaces, la noticia ha generado duras críticas contra Google. En otras ocasiones la compra de enlaces se ha saldado con duras sanciones contra las compañías y se ha retirado por un tiempo los enlaces. Ahora Google tendrá que determinar cómo actúa contra su propio producto.
El posicionamiento web, también conocido como SEO, se ha convertido en una prioridad para compañías y empresas. Se trata de conseguir que una información aparezca lo antes posible en los resultados de búsqueda. Google y el resto de buscadores web tienen sistemas para ofrecer a los usuarios los resultados más interesantes, la más popular y con mayor actualidad, pero hay distintas claves para mejorar la posición en los resultados.
Una de las claves es que un enlace esté disponible en varias páginas. Cuando esto sucede, el navegador interpreta que es una información muy difundida y potencia su posicionamiento. Si bien este sistema puede ser útil, también se puede utilizar para alterar los resultados de búsqueda. Las compañías o servicios pueden pagar a otras páginas para que publiquen sus enlaces, de forma que el sistema interpreta que el enlace está muy distribuido y mejora su posición.
Google considera que la compra de enlaces es una manipulación de los resultados de búsqueda. Aunque puede ser una forma de publicidad interesante, Google considera que pagar por que alguien publique un enlace en su web, un patrocinio, no debe alterar los resultados de búsqueda. Por eso, la compañía obliga a las páginas a utilizar una etiqueta concreta en los contenidos de este tipo para que el navegador no mejore su posicionamiento en función de esos enlaces.
Google lleva meses centrada en hacer cumplirse esta norma, pero ahora uno de sus productos la ha incumplido. En Seobook aseguran que la compañía que se encarga de la publicidad de Chrome ha pagado varios post en distintos blog para que utilizasen el enlace a la descarga de Chrome. Sin embargo, estos blogs no han seguido las políticas de Google y los contenidos no han contado con la etiqueta correcta, de forma que los algoritmos del navegador han tenido en cuenta sus enlaces y el posicionamiento de Chrome mejoró.
Aunque la compañía encargada de la publicidad ha reconocido el error y ha desvinculado a Google de cualquier responsabilidad, asegurando que no encargó la compra de los enlaces, la noticia ha generado duras críticas contra Google. En otras ocasiones la compra de enlaces se ha saldado con duras sanciones contra las compañías y se ha retirado por un tiempo los enlaces. Ahora Google tendrá que determinar cómo actúa contra su propio producto.
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